domingo, 6 de noviembre de 2011

Siempre presente

Abrí la puerta, empecé a caminar por el pasillo y ya desde la mitad advertí tu brillo. Ahi estaban las orquídeas, florecidas, brillantes, alegres que me decían que ahi estabas. ¡Feliz Día de la Madre! Siempre presente. Siempre dando notas de existencia. Siempre acompañando. Siempre presente. Así te recuerdo y te palpito. Como la semana pasada cuando en un sueño viniste a visitarme y me contaste que estás enseñando felicidad a los adolescentes. Qué bella tarea. Qué noble. Sólo vos sabés cómo hacerlo. Siempre presente. O como el otro día en mi cumpleaños. El clima era amoroso. Todos contentos cantaban: "Papá Noel", dando evidencia de que es ése el lugar dónde quieren estar y dónde nos reunirás. Siempre presente. Hasta el tramo final en el que nos encontraremos y volveremos a reuinirnos.
Siempre presente.