domingo, 15 de julio de 2012

Ella no es perfecta

Nació en una familia perfecta. Con madre y padre, perfectos. Tíos y tías de varias edades, también perfectos. Un hermano perfecto. Algunos primos y primas perfectos. Ella no es perfecta. Ella es la loca de la familia. La rara de la familia. La que siempre hizo lo que quiso. Ella no es perfecta pero lo puede todo. Ella no es perfecta pero siempre está dispuesta y dice que sí a todo. Ella no es perfecta pero habla inglés como nadie, como todos. Ella no es perfecta por eso se casó con alguien imperfecto. Ella no es perfecta pero para ser madre necesitó estar 10 perfectos puntos y eso, a ella, que no es perfecta, le llevó catorce años perfeccionar y casi en el borde de la fertilidad, ella, que no es perfecta, se convirtió en madre. Ella no es perfecta por eso estudia y estudia con mucha pasión, quiere llegar a la perfección. Y trabaja y trabaja. Trabaja en educación y juega a que enseña. No cree que enseña nada. Ella, que no es perfecta, cree que sólo puede compartir su experiencia, que no es perfecta, con los demás. Los demás son imperfectos y ella busca hacer la diferencia. ¿Llevarlos a la perfección? Tal vez. Su mejor maestra fue su madre. Era perfecta. Le exigía y le exigía. Y ella, que no es perfecta, intentaba e intentaba. Tanto que la última palabra que le escuchó decir a su madre fue: "enseñále" dirigida a la enfermera que la estaba asistiendo. Claro, la hija que no le había salido perfecta, no sabía cómo ayudarla a hacer pis con la chata. Era tan perfecta que, hasta con el último aliento, se ocupó de pasarle la posta a alguien para que le siga enseñando, la enfermera. Su madre no era perfecta. El día anterior a morir le había pedido perdón, no sea cosa de que partiera con alguna deuda pendiente. 
Ella, que no es perfecta, la ama, la extraña, la necesita cada día de su vida. Se murió y eso es lo único perfecto que conocemos. Sucede irremediablemente.